lunes, agosto 25, 2008

Dos noches...




... para cerrar un círculo

sábado, julio 19, 2008

La marea

Viene y no lo puedes evitar. Pero libera, desahoga, alivia, consuela... Y luego, calma. Mucha calma. Siempre pasa en este barco, será porque zozobra demasiado y no sé bien a dónde agarrarme. Cuando creo que estoy seguro en un lado, me empiezan a temblar las manos y tengo que soltarme. Menos mal que el mar sigue ahí, como un testigo impasible, contemplando, un voyeur incesante. ¿Y a quién le pregunto hacia dónde tengo que seguir? Dímelo tú... dímelo tú... sí... tú... como sea... con una señal, con un pasito pequeño de esos que para ti significan tanto y que, sin embargo, para mí parecen más cotidianos. Hay marea, sí, pero esta vez tengo la sensación de que la vida me ha metido en ella para aprender y eso es lo que estoy intentando hacer. Cuesta, cuesta mucho no tirarse y nadar como siempre. Pero algo me dice que va a merecer la pena, que tengo que hacer esto a un ritmo inverso al que late mi corazón. Qué paradoja... pero qué bonito experimentarlo. Así que, al final de todo, gracias.

miércoles, julio 02, 2008

Un sueño

Soñar. Doy vueltas en la cama, no sé si estoy despierto o dormido. Es un estado intermedio. Pero sé que lo he soñado. Todavía siento el calor, su aliento en mi espalda. Me doy la vuelta y no necesito nada más. Ahí está. También se ha despertado. Nos miramos a los ojos, no hay palabras, sólo silencio. Un silencio precioso. Me encanta estar así. Paso la mano por su cara. Los ojos parecen mucho más profundos vistos desde tan cerca. Qué bien se está así, ¿verdad? Parece que ya no hace tanto calor. Puedo pasarme horas mirándote, puedes volver a dormirte si quieres. Yo te guardo el sueño, para que nadie te despierte. Me encanta verte dormir. En este sueño mío me encanta verte dormir. Respiras con mucha calma. Y no tienes miedo. Yo tampoco. ¿Qué más da lo de antes? Sólo vale ahora, sólo vale este momento. Ha sido un sueño, sí. Pero hay algo de lo que estoy muy seguro: entre tu cara y la mía las distancias eran muy cortas.

lunes, junio 02, 2008

Enjoy the silence

Calma,mucha calma. Sin nadie pero lleno. Pesa más mi corazón que lo poco que necesito para una travesía definitiva. Muchas nubes que se confunden con las palomas de una plaza que ya me resulta familiar. Y otra vez el calor, mucho calor, desde los pies hasta el último centímetro de mi cuerpo. Primer muro. ¿Me estás entendiendo? Por fin solos, te lo debía. "Llévame al mar", digo. "Yo no lo huelo, será la costumbre", me cuenta al llegar. Pero yo sí. Y me llena tanto... Palabras, palabras y más palabras... No nos hemos cansado de hablar. Qué bien. ¿Y ahora? Ahora no. Ahora no quiero, pero no tengo más remedio. Y un placer no sustituye al otro, ni le sirve de precedente. Otra espalda. ¿Sólo? No, es mucho más... No pasa el tiempo. O sí. Y otra promesa. "Ya era hora de que conocieras mi casa". Y más palabras, tantas palabras... Había mucho que decir. Contigo sí que puedo, vamos a volver a divertirnos al ritmo de aquella época. Parece que no ha pasado el tiempo, ¿verdad? Y me gusta, me gusta mucho. Puedo gritar, contigo puedo gritar y así mi corazón no pesa tanto. Y luego, ufff, luego... Menos mal que hace sol. Y menos mal que al volver, todavía en el aire, me llevo otra sorpresa: una sonrisa, coge tu chaqueta y sonríeme. Dura poco, pero merece la pena. Qué bien, qué bien BCN.

sábado, mayo 24, 2008

Y ahí...

... sin que yo lo quiera, sin que ni siquiera me haya parado a pensar en ello... ahí. No hay máscaras, sólo unas ganas enormes de gritar a los cuatro vientos que "eso" es lo mejor que hay, que mueve el mundo... y me mueve a mí. Me quedo parado, escuchando una canción, y lo oigo. Hoy va más rápido, es normal. Hoy juega como hace tiempo, salta de alegría, quiere salir, quiere gritar como yo... Está harto de callarse, de esconderse, de justificarse... Hoy quiere ser libre, ser ese mar que tanto echo de menos. Nunca pensé que un mar pudiera verse en unos ojos. Y es el océano más bello con el que me he encontrado en los últimos años. Sólo estoy en la orilla... Pero tengo más ganas de mojarme que nunca. Me da igual que llueva, que haga frío, que no sepa muy bien qué es lo que me voy a encontrar dentro. Entraré poquito a poco, pisando despacio, para que el cambio de temperatura no sea brusco, hablando bajito, que suena más bonito. ¿Me dejas?

martes, febrero 19, 2008

En silencio

¿Era la derecha o la izquierda? No consigo recordar el recorrido... Pero me quedo con ese trozo. Una pequeña porción que me lleva a ese mar de nuevo,pero que en realidad es el de siempre, en el que me dejo unos minutos. Hay un murmullo, suena lejos, no lo quiero. Sigo con mi tramo, ese que me ha traído aquí. Lo voy a disfrutar, paso a paso, sin dejar ni un hierbajo. Todo pasa suave bajo mi igual, son números invertidos, pero están bien encajados. Es como un Tetris, van cayendo piezas, suavecito, hasta que llego a los cinco deseos. Y ahí todo estalla. Quiero quedarme en eso siempre, en los cinco, me da igual lo que pase. No me importa quién aparezca. Sólo eso, los cinco. Tus cinco. Los que tantas veces he sentido cerca, pero no como hoy, no con la intensidad de esta corriente eléctrica. Gracias.

miércoles, diciembre 12, 2007

Manos

Son sólo dos manos, pero han venido cuando más las necesitaba. Han llegado acompañadas de una sonrisa que ya casi había olvidado, se había dormido en algún lugar de mí. Y luego calor, mucho calor, el vello de punta por estar tan cerca amasando el deseo en esas cuatro paredes que han visto mi alma desnudarse. Otra vez, la segunda, a esa distancia que me protege tanto, que me hace sentir vivo y vulnerable, entonces me quiero y lucho por no acurrucarme en esa tabla inalcanzable pero que a veces veo tan cerca. Ahí no hay brumas, sólo la luz débil de una vela. Ahí no hace falta nada, sólo mirar y escucharse. Ahí sólo respiro el agua de un mar que, por fin, vuelve a ser el mío.